Ante la atenta audiencia de más de medio centenar de colegiados grancanarios, el máximo responsable arbitral de fútbol sala de la Federación Catalana de Fútbol, Marcelino Blázquez Sierra, reflexionó sobre "El otro reglamento" en el transcurso de la segunda de las charlas itinerantes celebrada por el Comité Técnico de Árbitros de Las Palmas con motivo de la celebración de la vigésimo séptima edición de su Tagoror Clinic.

La conferencia de Blázquez Sierra, que acumuló más de una treintena de años en el arbitraje, contó con la presencia de Pedro Juan Díaz Batista, presidente del Comité Técnico de Las Palmas, y Antonio Rodríguez Báez, coordinador de la modalidad de sala. "Antonio llevaba tiempo recomendándome su inclusión en el programa de conferencias y por lo que he escuchado hasta el momento, creo que su presencia está más que justificada", indicó Díaz Batista antes de hacerle entrega de una medalla conmemorativa de la celebración del Clinic en muestra de agradecimiento.

"La ansiedad, o el estres, nos afecta a los árbitros. Nos afecta en aquella toma de decisiones que nosotros no tenemos muy claro, pero el entorno no lo ve así", indicó en su momento de su elocuente alocución. "Estamos inmersos dentro de lo que es la psicología", añadió el ponente.

"Lo complicado del arbitraje es la interpretación y a consecuencia de ello, analizamos mentalmente y ejecutamos. A eso se le denomina la decisión", indicó Blázquez en otro momento de la conferencia.

En torno a este asunto, Blázquez siguió profundizando y añadió que "en según que momentos de decisión se necesita, para mí, ese valor añadido que denomino valentía".

En opinión de Marcelino Blázquez, el máximo responsable del arbitraje catalán de sala indicó que un buen árbitro necesita: "arbitrar, sentido común (una regla que no está escrita en ningún sitio) y una capacidad de gestionar". Y añadió: "gestionar significa disponer de muchísima personalidad, darle el acento adecuado a cada partido, a cada jugada, a cada jugador".