El cierre de los aeropuertos ocasionó un serio trastorno a una veintena equipos de fútbol de la provincia de Las Palmas que participaban en competiciones de ámbito interinsular en el momento de regresar a sus lugares de origen.

Ante una situación imprevisible originada por la repentina llegada de una densa calima y en un ejercicio de solidaridad de diferentes instituciones públicas, distintos directivos de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas trabajaron afanosamente durante la tarde de este sábado para buscar soluciones satisfactorias para las distintas expediciones deportivas, bien buscándoles lugar de alojamiento para la noche del sábado o por vías alternativas de desplazamiento.

El mayor número de afectados estuvo en la isla de Lanzarote, donde se tuvo que buscar alojamiento en albergues o polideportivos municipales. El Teror hizo noche en Haría, mientras que el San Pedro Martir se instaló en Tinajo. Perdigón Cardones y Yoñé, de categoría femenina, tenían previsto pernoctar en Tías. A media noche se hacían gestiones para albergar al Olirón de futbol sala. Por su parte, el conjunto tinerfeño del Laguna logró volar a Tenerife.

En Gran Canaria, la Federación logró alojamiento, en la residencia escolar de Santa María de Guía, para el conjunto masculino del Ofra y los de sala del Adassa.

Los que jugaron en Tenerife, si bien tenían previsto regresar en avión, lograron por la vía marítima la solución necesaria para regresar a su isla de origen. San Mateo, Las Palmas C y Acodetti lograron tomar el barco de Fred Olsen con destino a Agaete. Otros decidieron hacer noche por su cuenta. Este es el caso del Maspalomas, Huracán, Galdar y Artevirgo de fútbol sala.