El árbitro del comité vasco Ricardo de Burgos Bengoetxea y el del comité de Las Palmas Juan Luis Pulido Santana fueron reconocidos con el premio Vicente Acebedo 2022, como los mejores de la temporada que acaba de finalizar en Primera y Segunda división, respectivamente.
Para el colegiado grancanario esta distinción llegaba pocas horas después de que se conociera que la próxima temporada militará en Primera División, tras lograr el ascenso, categoría que compartirá con el lanzaroteño Alejandro Hernández Hernández; este último ostenta la condición de internacional desde hace varias temporada.
Pulido Santana ha arbitrado un total de 249 partidos en los últimas 16 temporadas (diez de ellas en Segunda B y seis en Segunda A), además de que en las últimas dos se ha encargado de dirigir encuentros en promoción de ascenso a Primera, un hecho que en el mundo arbitral se considera un examen final para optar al ascenso. También fue partícipe de esta situación en la temporada 2018-19.
El Trofeo Vicente Acebedo es un premio que entrega anualmente la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a los mejores árbitros y asistentes de cada temporada en la Primera y Segunda División de España.
El trofeo fue creado en 2008, a propuesta de Victoriano Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de RFEF, tomando el nombre de Vicente Acebedo, que fue vicepresidente de dicho organismo y miembro del Comisionado de la FIFA para el estudio de las reglas de juego.
En la nómina de ganadores de las anteriores ediciones figuran colegiados de las dos provincias canarias.
El primero en hacerse acreedor de este título fue el lanzaroteño Alejandro Hernández Hernández, que fue distinguido como mejor colegiado de Segunda División en la temporada 2011-12. El propio Alejandro volvería a ser protagonista años más tarde, en la temporada 2016-17, con una nueva entrega de este galardón en su condición de mejor árbitro de Primera División.
En la temporada 2017-18 se instauraba este premio para la categoría femenina y en esta ocasión, la primera distinguida fue Marta Huerta de Aza, adscrita al Comité Técnico de Tenerife.