Los observadores arbitrales, también conocidos como informadores, se reunieron recientemente en la sede central del Comité Técnico de Árbitros con el fin de reflexionar, además de unficiar criterios, sobre la singular labor que desarrollan en el seguimiento y evaluación de los colegiados.
Una de las principales funciones del observador es la de evaluar la actuación de un colegiado en el transcurso de un partido. Este examen, atendiendo a diferentes criterios, da como resultado un informe y la consiguiente valoración, idéntico a los periódicos exámenes a los que se someten los alumnos.
En el transcurso de esta concentración de observadores, que contó con la presencia del máximo responsable del Comité Técnico, éstos trasmitieron la posibilidad de acceder al vestuario de los árbitros al finalizar cada partido con el fin de transmitir aquellos mensajes que no siempre pueden quedar bien expresados en un informe.
Con esta propuesta, cuya aplicación se propone de manera gradual y pactada, también se busca conciliar la relación existente entre observador y árbitro, al entenderse que el equipo arbitral de un partido no sólo está formado por el colegiado principal y sus dos auxiliares, sino también por el informador.
Así las cosas, "los árbitros verían al informador como una figura para el aprendizaje y mejoría personal", según se expuso en una de las presentaciones presentadas durante la sesión.
El Comité Técnico de Árbitros de Las Palmas dispone en la actualidad de una plantilla de 22 informadores, todas ellas personas de amplia experiencia futbolística y arbitral.