Toda gran batalla siempre deja heridas , unas a la vista y otras que se quedan en la mente de cada uno. Esas, que son invisibles al ojo humano, muchas veces son más difíciles de sanar que las otras. De batallas sabe mucho Andrea Sánchez Falcón , cuya entereza a la hora de enfrentar los obstáculos le ha permitido regresar a una convocatoria con la selección nacional.
Sus rodillas han sufrido cuatro operaciones: Dos roturas del ligamento -una en la izquierda y otra en la derecha-, menisco, lesión en los cartílagos del tendón rotuliano; Y su cabeza ha tenido que soportar tres años viendo a sus compañeras jugar, competir y depender mientras a ella le toca el esfuerzo de la rehabilitación y el trabajo invisible.
Si observa esas rodillas se ven cicatrices que siempre la acompañarán, que ya son parte de ella, sin embargo, hay otras que están en su cerebro y para las que su cabeza, a los 25 años, va encontrando formas de eliminarlas. Por el camino, más de 900 días de aprendizaje, de conocerse y de encontrar el camino hasta volver a sentirse futbolista.
Ahora le toca vivir la cara buena de la moneda, ganar la partida, ya que la internacional canaria vuelve a una concentración de la Selección Española Femenina y para ella: "llevar este escudo en el pecho es un orgullo y es por lo que he luchado siempre. Es lo máximo".
Esta es su historia y así nos la cuenta la propia protagonista.
*Fuente:www.rfef.es